Documentos Encuentro de Movimiento Obrero
“Si las luchas no se enmarcan en una estrategia de conquista del poder político por la clase obrera, desaparecen sin dejar rastro.”
La ofensiva de la burguesía contra el proletariado (todos y todas quien necesitamos nuestra fuerza de trabajo para poder vivir) es brutal y en todos los frentes: paro, precariedad laboral, carestía de la vida, desahucios, destrucción y privatización de los servicios públicos. Responde a la mayor crisis de la historia del sistema capitalista, una crisis estructural y sin solución y que pretende cargar esa crisis sobre nuestras espaldas.
Tras las movilizaciones populares de hace 10 años (15M y Marchas de la Dignidad) que la burguesía supo canalizar electoralmente, la sustitución de la lucha de clases por el pacto social que desde hace tiempo viene propiciando el revisionismo se ha saldado en la clase obrera y demás sectores populares con un incremento de la desmovilización y extensión de un sentimiento de impotencia. El incremento espectacular de los suicidios, del consumo de fármacos y el auge de la extrema derecha, son buena muestra de ello.
La guerra de la OTAN contra Rusia, el belicismo feroz del imperialismo encabezado por los EEUU y la pandemia Covid, además de estar produciendo una masiva transferencia de recursos públicos de nuestro dinero, a empresas privadas -armamentísticas y farmacéuticas- están siendo utilizadas para incrementar los mecanismos de control social, de represión y manipulación informativa.
Son precisamente las épocas de crisis y de guerras cuando el capitalismo muestra su debilidad y más precisamente en la crisis actual, al tratarse de una profunda crisis estructural de un sistema agónico que es incapaz de garantizar las más mínimas condiciones de vida a la mayoría de la sociedad y solo ofrece miseria, destrucción y guerra afectando de forma especial a la mujer y a la juventud de extracción obrera.
Las luchas obreras tantas veces heroicas que se dan en diferentes sectores, cuando no son directamente traicionadas por los sindicatos del poder, surgen y decaen, sin dejar tras de sí un poso de nuevas formas de organización, de modo que cada vez hay que empezar de nuevo. Además, en tiempos de crisis el margen de maniobra es muy pequeño, lo poco que se consigue por un lado (subidas salariales) se pierde por el otro (subida de alquileres, de hipotecas, carestía de la vida, destrucción de servicios públicos, etc.) siendo lo normal que se luche no para conseguir algún logro, si no para mantener lo que ya se tenía.
El nuevo modelo de explotación capitalista se caracteriza por la desaparición del trabajo fijo con contratos eventuales por días, semanas, saltando de una empresa a otra, lo que hace muy difícil la relación entre compañeros, convirtiendo a los trabajadores en competidores entre sí para la mera conservación del puesto de trabajo. Éstos rentan salarios de miseria con los que es muy difícil llegar al final de mes y niegan a la juventud un futuro donde pueda tener una vida digna.
En este contexto, la organización de la clase obrera más combativa debe de ser el trabajo fundamental de los comunistas. El primer paso en esa dirección se dio el pasado 17 de junio cuando varias organizaciones comunistas convocamos una asamblea en Madrid, en que debatimos sobre la situación actual y llegamos a un acuerdo de trabajo con las siguientes directrices:
-Construir un instrumento de coordinación independiente de la afiliación sindical, que sirva para el apoyo, la comunicación y la divulgación de las diferentes luchas obreras que se están dando en la actualidad.
-Luchar por imponer en cada empresa el poder decisorio de la asamblea, por encima de los propios comités de empresa.
-Trabajar para constituir con los y las compañeras más conscientes y más comprometidas, comités, cuyas funciones más políticas que sindicales sean: analizar los errores y los éxitos de cada lucha garantizando su continuidad, elevar el nivel de conciencia y organización para preparar la siguiente lucha, informar sobre las diferentes luchas que se están dando y reforzar lazos de solidaridad entre ellas.
Y sobre todo trabajar por que los compañeros y compañeras sean conscientes de los límites inevitables de la lucha sindical y que vean la necesidad insoslayable de organizarse para la toma del poder político por la clase obrera.